marzo 07, 2008

Lecciones de urbanidad

Este es uno de esos posteos "pateadores de perra", y surgió a partir de una "situación" en el supermercado. Estaba yo esperando en la fila de la caja express, que debe su nombre a que la atención se supone que debe ser... Bingo! "Express", peeero... eso es así sólo si quienes están contigo en la fila también entienden el concepto.

Lo que no era el caso de la parejita que estaba delante mío: los muy perlas, probablemente producto de los efluvios de amor que corrían por sus venas (hay que ver cómo se pone uno en ese estado...), olvidaron que estaban en un supermercado en vez de en la verdulería de la esquina; y pasaron un choclo y un zapallo italiano así no más, sin acordarse de que esos productos en particular se pesan antes (en gramos y en plata). Resultado, un taco de sus buenos minutos, porque obviamente la cajera tuvo que llamar a la supervisora para que le diera los precios por unidad de las verduras de la discordia.

Ya, de repente estoy exagerando y siendo demasiado quisquillosa, pero... levanten la manito los que no sabían que en el supermercado las frutas y verduras se pesan antes de pasarlas por la caja... ¿Alguien? ¿Nadie? Tú no Esperanza, tienes cinco años... por favor perdonen a mi sobrina...

En fin, el punto es que después de eso me puse a pensar en todas aquellas situaciones en las que son necesarias pequeñas lecciones de educación cívica o urbana, para que la cosa fluya y no haya ninguna enojona como yo que pueda alterarse ante los inconvenientes.

Empezando por el supermercado: como lo habitual es que los pasillos no sean precisamente la Nueve de Julio (eeehhh, estuve en Buenos Aires hace poco, viste?), suele armarse taco. Y sería tanto más expedito y agradable para todos si aprendieramos aquella norma básica de circular por la derecha, en vez de quedarnos con el carro atravesado en medio, sin dejar pasar a nadie mientras decidimos si llevar sopa de pollo o de espárragos; o en vez de nosotros mismos atravesarnos delante de los carros (porque "el peatón siempre tiene la preferencia", y pobre de tí que me pases a llevar con el carro...).

Aunque definitivamente donde es fundamental la urbanidad es en el Metro. Gente, el "deje bajar antes de subir" no es un antojo de los guardias!!! Y ahí uno puede hacer una laaarga lista de otros casos incómodos: las personas que se quedan al lado de la puerta, pero que se van a bajar como veinte estaciones más allá; las que no mueven ni un dedo cuando les pides permiso para pasar, los que creen que porque el carro va lleno vale afirmarse de lo que sea, hasta de la ropa de los otros (hay algunos que incluso aprovechar para agarrarse de cinturas ajenas... pregúntame el nombre primero al menos, no?); o los que se te cargan en el cuello cuando tu vas sentado y ellos van a tus espaldas... en fin...

Creo que todo se resume en aquella pa-que-tan-usada frase que habla de que la libertad de uno termina donde comienza la del otro. Está bien, reconozco que yo no soy un ejemplo de urbanidad las 24 horas del día, pero mientras tanto, al menos estoy intentando superarme.

¿Usted también quiere patear la perra contra la poco urbanizada humanidad? Please, be my guest!!!

BONUS TRACK - "Windtalkers": otra de las situaciones de este tipo que detesto es la gente que se pone a reclamarle al viento, porque la queja no va contra alguien en particular, sino que contra el mundo en general, pero sí, como que están esperando despertar la solidaridad del "ciudadano de a pie" que tienen al lado. La otra vez en el metro, iba un grupo de pokemones haciendo desorden, y un señor con pinta de obrero de la contru (que suelen caerme bien, salvo por actitudes como esta...) empezó a declamar, genuinamente enojado: "Claro, cómo vamos a progresar con esta juventud, miren como andan vestidos...". Ya, todos tenemos derecho a enojarnos, pero no le veo el punto a verbalizar tu ira de esa manera; te desahogas, pero no solucionas nada... y resultas bastante molesto.

9 comentarios:

L.A. Rojas dijo...

Probablemente yo sea uno de los dueños de casa más inútiles que deben existir en el mundo.
Y sí. Es obvio a lo que voy....La primera vez que me fui a vivir solo, pasé por eso: olvidarme de pesar algunas cosas en el súper.

Cuestiones que pasan. Incluyendo el pan (sin comentarios)
Aunque sí y lo reconozco sin cuentear, si hay algo que detesto es que por mi culpa otros paguen y me retiraba de la fila y la hacía de nuevo.

En las cajas express soy bien fijón. Me detengo a contar cuántas cosas llevan adelante y si sobrepasa el límite señalado, pues bien, no queda otra que señalarles la situación y amenazar al cajero(as) que si los atiende antes que a mi o los que estamos detrás, reclamaré a la administración.
Esta bravuconada generalmente resulta. Pues no estaría ni ahí con ir a reclamar y perder tiempo en la administración.
Las filas las respeto sagradamente. Aunque generalmente no las hago y evito el trámite cuando está así, por lo que mi seudo respeto casi nunca se cumple.
Una vez me enojé en una supuesto "orden" no respetado. Un alumno (compañero) en la universidad que por razones metafísicas macumberas X (ni idea qué excusa llevó) quería dar el examen "antes", rompiendo la lista previamente establecida. Examenes de casi 30 mins por cabeza ¿Será mucho para molestarse? Pues sí, pero sucedió..Resultado? Animadversión por el resto del semestre por parte de algunos (era una lata llamada Lógica y teoría de la ciencia..mmm)

Otras cosas. Varias, desde los buses, ceder el asiento. Reconozco que me carga que me obliguen ¿Será una norma eso? Los viejos no me caen bien..no mucho. Ya, mejor no digo más.

Sobre el bonus track..me recordó de una buena tira de 'Mafalda'
Ella va caminando por la calle al lado de un viejo....muy viejo en el dibujo claro.
Se cruzan con un hippie en su más estereotipada onda. El viejo se detiene, lo mira indignado y dice
- ¡Esto es el acabóse!
Y Mafalda le contesta
- No, es el continuóse del empezóse de ustedes.

Saludos

Alejandra dijo...

Con las maleducaciones del metro hay para escribir un libro... yo reconozco que no siempre doy el asiento, a las viejas quejonas no, a las embarazadas sí.
En el supermercado me comí la rabia la otra vez, por culpa de un par de abuelos que llevaron dos carros llenos a la caja express. Me di cuenta cuando ya estaban contándoles las cosas, pero me enojé igual. No me gusta eso de que porque la gente es vieja hay que dejarla hacer y deshacer. No me gustan mucho ellos, de plano me llevo mal, uf.
Un abrazo

Javier dijo...

A mi se me olvida pesar las verduras a veces (especialmente el zapallo), demandame! :-P

Sobre la "urbanidad", a veces me siento un defensor de la urbanidad en el metro: le doy el asiento a las viejas, saco a las pendex del asiento para 3ra edad si aparece una vieja, si no me dejan bajar bajo a codazos con un "deja bajar antes pos conch..." y si hay escolares sentados en el pasillo "casualmente" los paso a pisar diciendoles "no te vi porque vas sentado en el piso". Creo que de otra forma no entienden.

Sobre los que reclaman en generalidades, creo que ya los tengo filtrados.

Rodrigo Acevedo Pinto dijo...

Yo soy medio pelotudo, por lo que no descarto que algún día se me olvide pesar las verduras en el super.

Sobre lo otro, trato de ser lo más amable y respetuoso con la gente en los lugares públicos y la locomoción. No jodo a nadie, doy el asiento cuando puedo, etc. Lo malo es que las personas pocas veces te agradecen ser amable y eso da lata.
Una vez, en un viaje de Valparaíso a Quintero, una señora de unos "tropecientos" kilos, me despertó -venía yo muy dormido- para exigirme que le diera el asiento. "Es que me duelen mucho los pies", me dijo de forma muy odiosa. Que ganas de decirle: "cómo no le van a doler, si sus pies deben soportar tremendo peso, poh señora!". Bueno, no le dije nada, sólo puse mala cara y le pase mi asiento. ¿Viste que soy pelotudo?

Saludos.

lady C dijo...

puff!! tengo una buena lista sobre comportamientos de urbanidad. por ahi a menor escala, no tan macro ni tan público, pero son faltas notables al respeto por el otro:

1.- llegar tarde
2.- llegar tarde y no avisar
3.- no llegar
4.- no devolver los llamados
5.- quedar en llamar y no hacerlo
6.- quedar en hacer algo y de frentón NO hacerlo, lo que sea...
7.- decir "juntémonos" y no hacer nada al respecto.
8.- que JUSTO se te muere una tía abuela ponte tíú.
9.- zafar, zafar de todo sin mayores miramientos
10.- dije ya lo de llegar tarde?


insisto en la teoría de menor escala, por ahí hay tanta cosa en el súper (una vez me echaron porque entré con un perrito enaniiito), en el metro, su transantiago, su fila del banco.. fiuuuu hay harto pa postear y pa enchucharse en verdad.


un abrazo

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

La gente en general es bruta, no tiene internalizadas las normas...todos de alguna u otra forma caemos en eso simultáneamente...

Por ejemplo, los que no respetan el paso cebra, esperan que los respeten cuando son peatones.

La gente que bota papeles en cualquier parte...lo peor

Anónimo dijo...

estoy de vuelta!!

tengo pc otra vez!!!
algun dia te contaré esa historia...

por aohra mi descargo es cotra mi misma, pq no me muevo, pq me hago tacos y no me dejo bajar antes de subir y too eso TT_TT

ahi te cuento con más calma via msn o en vivo ...

besos!!!

peregrin dijo...

¡Yo quiero, yo quiero!: Aywer me bajé en la intermodal de La Cisterna y le pregunté a un tipo de Transantiago si esa micra iba al 28 de Gran Avenida. Me dijo que sí pero la micro dobló en el mismo 25 y por la política de parar-solo-en-los-paraderos me dejó como a 5 cuadras de la GA. No podi po, o sea, qué sacai con mentirle a un pasajero solo pa ganar $130 más. Viejo huevón.

Y ayer también, tuve que ir a la Biblioteca Nacional con un grupo de compañeros porque teníamos que buscar el diario de nuestro día de nacimiento y sacar 2 noticias relevantes. En la misma mesa pero apartado un pelmazo con audífonos, también leyendo diarios viejos, se ponía a putear a toda boca las noticias que aparecían... ¡EN UN DIARIO VIEJO! ¡QUÉ SACAI CON ESO! Todos poníamos caras de "qué-onda-este-huevón".

Marco. ((Tegan and Sara - I Know I Know I Know))

PD: leí la entrada anterior y la última vez que ví una película varias veces fue este verano [Alguien Tiene que Ceder]. Es la mejor comedia que he visto hasta ahora.

Biuti Fruti dijo...

(ya, luego de una laaarga ausencia)
l.a.: OK, insisto en que pude haber pecado de excesivamente pesada con lo del pesaje de las verduritas, pero mi punto en realidad es precisamente algo que acotaste... no podrían haber ido de una carrera a pesar las cuestioncitas, o haber hecho de nuevo la fila digo yo?
alejandra: yo creo en eso de que a los viejos hay que respetarlos, por eso de que fueron testigos de cosas importantes y la sabiduría y blablá... peeero, algunos de ellos también son un atado de mañas. Para exigir consideración, uno también tiene que estar dispuesto a tenerla con los demás. Abrazo amiga.
il madestro: está bien, si algún día me topo contigo en el supermercado, seré amable... Respecto a ser "defensor de la urbanidad", el asunto es tan generalizado que la verdad encuentro que es una misión un tanto agotadora; así que sólo reacciono en los casos extremos.
rodrigo: ser olvidadizo y gentil no es lo mismo que ser pelotudo, tampoco es para maltratarse así. Pero sí, da rabia que ni siquiera te den las gracias por un buen gesto, así que en esos casos, me conformo con quedar tranquila con mi propia conciencia. Saludos!
lady c: no más tacos para usted, mami ¿ah? Sobre su lista, llegar tarde y no avisar es el colmo, no llegar es como para un cachuchazo, no devolver los llamados puede tener explicación, pero quedar en llamar y no hacerlo... feo, y lo de zafar siempre... es tan shileno por la shita... Abrazote y cuídese.
jorge: "internalizar las normas", que lindo concepto! Si ese es el asunto, repetir la conducta hasta que después te sale sola, pero bueh... a veces también es cierto que ser buenos ciudadanos no está dentro de nuestras prioridades.
gloria: querida, qué tecnológicamente accidentada había andado últimamente... y lola, si sabe dónde tiene la pana, por qué no la arregla? Ya, igual contigo tampoco me voy a enojar. Abrazote.
elmártir: los micreros habitualmente no escuchan lo que uno les dice, así que no descarto que no haya sido de mala onda, sino de estresado. Y sobre lo de la Biblioteca Nacional... tres posibilidades: o le incomodaba demasiado el silencio, o simplemente era en extremo desubicado... o las dos anteriores. P.S.: "Alguien tiene que ceder" es notable, es cierto. Saludos!